Confesiones de un ateo

Hola, mi nombre es Leo, tengo 29 años y soy ateo. No, Dios no mató a mis padres en un terrible accidente cuando era niño. Tampoco me mando un mal ¨supremo¨ razón por la cual niegue su existencia. Una persona normal, con una vida normal.

La verdad es que vengo de una familia católica de tradición. Misa los domingos, todos bautizados y hasta bendición papal incluida. Pero yo soy ateo y esta es mi historia.

Recuerda, no confíes en lo que te digan los demás. Piensa antes de hacer lo que te digan. Siempre me repetía mi padre. Así fue como cuestionar todo lo que me decían formó parte de mi vida.

Cuando llegué a los quince, estaba a punto de prepararme para mi confirmación; me dije: por qué? Quién es este Dios de quien todos hablan, es realmente tan poderoso, quien lo conoce y desde cuando.

Pues entre leyendo y leyendo me encontré que antiguamente no solo había uno, si no varios dioses. Estas sociedades eran conocidas como politeistas. Ellos adoraban básicamente a todo fenómeno natural al cual no encontraban explicación. Así apareció el Dios del trueno, de la lluvia, de la tierra, el Dios Sol y otros más.

Ellos recurrían a estos Dioses cuando no podían controlar ciertas situaciones. Sequías, temblores, diluvios, etc. Pero las civilizaciones se dieron cuenta que ciertos dioses no eran la razón de ciertos fenómenos y comenzaron a perder vigencia.

Fue así como apareció el monoteísmo, un solo dios todopoderoso. Pero muchas civilizaciones llegaron a esa conclusión. Allí me di cuenta que el dios al que yo adoraba era meramente circunstancial. Si hubiese nacido en otra parte del mundo u otra época, otra sería mi religión.

Y este dios se mantenía ante la necesidad de explicar lo inexplicable, véanlo como el último recurso a lo inevitable o inexplicable. Concluí que la presencia de Dios era necesaria; aunque el hecho de que su imagen fuese cambiando con los años me dio a pensar.

O Dios se adapto a las necesidades del hombre y paso de ser muchos a ser uno o el hombre adopto a Dios a sus necesidades; porque este ya había encontrado explicación a muchos fenómenos naturales por lo tanto Dios solo entraba en escena cuando no había otra respuesta.

Fenómenos naturales, la teoría del la gran explosión, la evolucionista entre otras; comenzaron a quitarle terreno a los asuntos de Dios. Fue así como un día dije, Dios no creo al hombre. El hombre creo a Dios a su imagen y semejanza; lo creo como el último recurso en las situaciones que no podía controlar.

Pero ya han pasado treinta años de eso y estoy sentado frente a mi esposa, la cual se esta muriendo. Y estoy consiente que no importe cuanto rece, ella morirá. Porque ya hice todo lo humano posible para evitarlo. Oh, seguro están pensando en debiste acercate al Señor.

Pues fíjense que entre mi familia y la de ella sumas más de veinte cabrones rezando por ella. Mi madre trajo al Padre de su congregación; y saben que? Mi mujer se sigue muriendo.

En este momento realmente quisiera creer; creer en algo superior a mi, a ella, a todos. Saber que al final del túnel hay una luz. Tener la esperanza de creer que algún día volveré a verla. Pero eso no es cierto, yo lo se.

Sin embargo, si me pregunta en este momento, quisiera creer que alguien la salvará o que algún día la volveré a ver. Eso ya no es posible, porque hace tiempo tomé una decisión y hoy debo aceptar las consecuencias de ello. Ser fuerte, ir a mi casa, hablar con mi hijo y decirle que su madre ha muerto.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Excelente lectura, estoy totalmente de acuerdo contigo.

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