Confesiones de otro solitario

La gente tiene una idea equivocada de mi. Piensan que soy fuerte, rudo; que soy un amargado.
Lo cierto es que soy solo un niño asustado. Tengo miedo a perder, un miedo tan grande que solo se puede sentir una vez que ya has perdido.
Amar y perder, o no amar y nunca perder; porque no se puede perder lo que nunca has tenido. ¿Pero acaso no es triste nunca haber tenido?
Soy consiente de mi aislamiento. Esa macabra decisión de alejarme de la gente, por el temor de perderlos.
Hace años empece un viaje con la intensión de encontrarme o re-descubrirme. A cuatro años de mi partida debo decir que estoy más cerca de cuando empecé. Reconozco mi problema, ahora debo resolverlo.
Ser capaz de abrirme a otras personas me es muy difícil. A veces pienso que si mi vida dependiera de ello, moriría antes de pedir ayuda. ¿Qué enfermo preferiría morir antes de recibir una mano amiga?
Soy Pinocho buscando a su hada que lo convierta en un niño de verdad; capaz de reír, llorar, sentir. Ser humano una vez más.

Comentarios

Pandora ha dicho que…
interesante, muy interesante

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